—Escucha mi llamado y muéstrate ante mí, Velzagard.
La invocación abandonó los labios de Hun Fang y en segundos, el torbellino de maná que se formaba alrededor de su cuerpo se expandía a un grado asombroso. De dentro de él, la forma de algo no de este mundo apareció.
Su piel era tan gris como el maná usado para invocarlo, y su forma era parecida a la de un Minotauro enorme con ojos rojos impactantes. Pufos de llamas salían de sus fosas nasales cada vez que respiraba, y un aura de poder desatado emanaba de todo su cuerpo.
—Fusiónate.
Hun Fang lo llamó indiferentemente. El cuerpo físico del Minotauro pareció deformarse y encogerse, volviéndose incorpóreo y flotando como un fantasma detrás de Hun Fang.
En respuesta, el aura entera de Hun Fang también cambió, volviéndose una mezcla entre la aura fantasmal que tenía antes y la del Minotauro que se había fusionado con él.