—¡Espera!
La voz de Damien resonó por la habitación. No podía dejar que la Maestra del Palacio del Loto que Busca continuara liderando la conversación de esta manera. Si lo hacía, sólo sufriría pérdidas continuas.
—Eres una persona poderosa, ¿no? Deberías haber escuchado claramente mi conversación con Sierra en la otra habitación. No estoy aquí para encontrar una esposa, solo quiero encontrar una buena secta a la que pueda asistir un conocido mío.
—Pero pasaste las pruebas de la montaña —respondió la Maestra del Palacio de manera insípida.
—¿Y qué?
—Las pruebas de la montaña no son simples. Su dificultad varía completamente dependiendo de quién las atraviese. Se decía que la amante del Ancestro solo sintió una brisa ligera en el camino de la montaña. Mientras tanto, los demás tuvieron que enfrentarse a desafíos intensos. ¿Y tú? ¿Qué enfrentaste?
—Yo