En todas partes del inframundo

—Totalmente sorprendido, Liam miraba su mano izquierda en la que serpentinas negras de energía se enroscaban alrededor de su brazo y del huevo que sostenía.

—Luego observó su mano derecha en la que una oleada de maná envolvía las hierbas que sujetaba firmemente.

—Podía sentir claramente los dos tipos de energías. Eran diferentes como caliente y frío, dulce y ácido, o noche y día.

—No, eso no era. No eran exactamente opuestas, pero definitivamente eran diferentes.

—Mientras Liam repentinamente perdía su concentración reflexionando sobre esto, el maná surgió y quemó las hierbas que tenía en la palma hasta dejarlas crujientes.

—Mierda —dejó caer los restos al suelo y rápidamente sacó otro montón de hierbas para seguir alimentando el huevo.

—Después de unos momentos, pequeños puntos de luz volaron de las hierbas al huevo de nuevo, y él suspiró aliviado.

—¿Qué está pasando? ¿Por qué ahora de repente? —Liam se apoyó en la pared del túnel exhausto.