El Juego

[No se preocupen quienes no entienden la mayoría de lo que sucede en este capítulo. Sé que el fútbol americano no es exactamente un deporte internacional. Tranquilos, este es el único capítulo en el que el deporte tendrá relevancia :) ]

—Buenas noches, caballeros, espero que tengamos un buen juego hoy. Todos conocen lo que está en juego, así que jueguen libres y seguros. Manténganse dentro de las reglas para que no tengamos ningún problema.

La multitud era ensordecedora. El golpeteo de pies, los cánticos estruendosos, la anticipación ferviente hervía en el aire, sacudiendo el mismo estadio donde se encontraban.

El Estadio Real de la Academia Azul Real se ubicaba dentro de una enorme estructura de vidrio formada por paneles triangulares curvados. Bailaba bellamente con el sol poniente, capturando rojos y naranjas oscuros que jugaban sobre sus superficies reflectantes.

Los campos de fútbol verdes con rayas blancas estaban completamente vacíos, con la excepción de 11 hombres que estaban en la línea de 50 yardas enfrentándose unos a otros. Hacían clic y brillaban cámaras, tratando de capturar cada momento.

Leonel se paró orgulloso, con dos de sus compañeros de equipo a cada lado de él. Sonrió tranquilamente ante las arrogantes burlas de sus adversarios de toda la vida de la Academia Ala de Ángel, con su casco bajo el brazo.

Sus almohadillas de fútbol y su jersey se ajustaban como la armadura de un caballero, brillando en un bello azul profundo. La única excepción era el número en su pecho que destacaba en un blanco brillante. El número 3.

—Aquí está la moneda que lanzaremos hoy —el árbitro principal continuó hablando, extendiendo una moneda bellamente diseñada que tenía aproximadamente la mitad del ancho de su palma—. De un lado tenemos un balón de fútbol decorado con la bandera del caído Imperio Americano. Esto será cruz.

—De este lado tenemos el Palacio Paraíso. Será cara.

—Esta moneda fue diseñada por un Trabajador de Metal de Cuatro Estrellas. Se le dio el nombre "Unificación". Representa la capacidad de nuestro Imperio de la Ascensión para integrar todas sus conquistas pasadas, dejando un lugar para todos.

El árbitro principal permitió a los diez jugadores ver ambos lados.

—¿Estás preparado para perder? —una mirada llena de confianza se fijó en Leonel. El culpable era un joven de largo cabello rubio que fluía. Su camisa blanca era casi cegadora bajo las luces, haciendo que uno tuviera que entrecerrar los ojos para mantener contacto visual.

Este joven era un prospecto de Mariscal de campo de Cuatro Estrellas, Conrad Siegfried.

—El resultado será el mismo de siempre —respondió Leonel débilmente.

—Ya saben cómo va. Azul Real, son el equipo local. Elijan al vuelo.

El árbitro principal lanzó la moneda al aire.

El tiempo pareció ralentizarse. Las miradas penetrantes de dos jóvenes se encontraron a través del espacio, una moneda girando lentamente cayendo entre ellos.

—Cruz.

La moneda aterrizó con un suave golpe sobre el césped.

—El resultado es cruz. Azul Real, ¿quieren recibir o patear? —preguntó el árbitro.

Leonel sonrió como si la respuesta fuera obvia.

—Recibimos.

—Ala de Ángel, elijan la dirección desde la que les gustaría patear —indicó el árbitro.

Conrad señaló casualmente. No había dejado que los comentarios de Leonel lo molestaran. Si no fuera por el nacimiento de Leonel, sería él quien sería el mejor de esta generación. Otros dejarían que este hecho los destrozara, pero a él lo llenaba con un deseo ardiente de ganar por cualquier medio.

Leonel se dio la vuelta, dirigiéndose hacia las líneas laterales. Agarró la máscara de su casco, deslizándolo sobre su cabeza como el yelmo de un caballero.

En ese momento, su aura cambió por completo. Una presión violenta sofocó las líneas laterales de Azul Real mientras casi un centenar de miradas se posaron en el visor oscuro y tintado de Leonel.

Pronto, el estadio entero cayó en un silencio inquietante mientras Leonel enfrentaba cada una de esas miradas directamente.

—Respeten el juego. Persistan hasta el final —fue todo lo que dijo Leonel.

—Respeten el juego. Persistan hasta el final —repitió Azul Real como uno.

La multitud se unió, un torrente de ímpetu escalando hacia el infinito.

Una oleada de emoción llenó el aire, un alborozo salvaje sacudiendo el suelo una vez más.

—Vamos —dijo Leonel.

[Y aquí vamos de nuevo. El cuarto año y la cuarta aparición en el Juego de Campeonato Nacional para el Mariscal de campo de Cinco Estrellas Leonel Morales y sus Azules Reales. ¿Será otra victoria? ¿O el mariscal de campo estrella terminará su mandato con la única mancha en su currículo?]

[Creo que todos sabemos la respuesta a eso, Phil. Por si lo olvidaron, déjenme recordarles. Este es EL mayor prospecto de mariscal de campo jamás nacido. Este joven estaba lanzando dardos en pañales. Podría jugar este partido sonámbulo y aún ganar por 30]

[No crean que no sabemos lo que haces, Rick. Solo estás esperando que tus Ratas de Alcantarilla de Los Ángeles intercambien posiciones para elegirlo en el draft de 2198. Bueno, déjame decirte algo. ¡Tenemos la primera elección general este año!]

Los comentarios entretenidos del dúo Phil-Rick estaban en plena marcha, la viveza era embriagadora.

[¡Y aquí está! ¡El saque inicial del 119º Juego de Campeonato Nacional!]