Nivel 3

Aunque Leonel estaba inexpresivo, su mente estaba acelerada. ¿Debería ceder? Obviamente no estaba dispuesto a renunciar a las cosas por las que había derramado sangre y sudor, pero ¿cómo podría su yo actual enfrentarse a una existencia monstruosa como el Imperio de la Ascensión?

Leonel era una persona bondadosa, pero no un ingenuo. En un mundo controlado por nobles como los que frecuentaban su Academia Royal Blue, aquellos sin columna vertebral eran devorados y escupidos sin miramientos. El hecho de que Leonel fuera tan querido y admirado, incluso a pesar de su profesión en el entretenimiento, hacía evidente que no era una persona así.

Además de esto, Leonel no era un tonto. Sabía que pocos podían superar una Zona de Grado S, así que los tesoros que tenía en sus manos ahora definitivamente eran rarezas entre rarezas. ¿Simplemente entregarlos? ¿Era algún tipo de broma?