Esculpir Sueños

Después de completar sus selecciones, Leonel dirigió un par de lamentables ojos verde pálido hacia Montez y finalmente obtuvo el derecho de usar el estanque nuevamente para limpiarse. Desafortunadamente, parecía que sus estadísticas no se veían influenciadas en absoluto.

«¿Se acabaron tan rápido los efectos de las pociones vomitivas de papá?»

Leonel frunció el ceño. Le resultaba difícil creer que ese fuera el caso. Había bebido esas pociones durante 17 años sin perder un solo día. Si hacía los cálculos del puro volumen que había digerido, sentiría una casi incontrolable necesidad de vomitar.

Después de un momento, Leonel solo pudo apartar esos pensamientos al fondo de su mente. Su padre nunca le dijo exactamente para qué eran esas pociones vomitivas. Por lo que sabía, el efecto de mejora de estadísticas era solo un subproducto, mientras que su verdadero propósito estaba más oculto.