Megaleledonidae

[... Ni siquiera quiero saber cómo lograron alcanzar 900 piedras de poder tan rápido...]

«… Santo cielo.»

Estas fueron las únicas palabras que Leonel pudo decir. Nunca había visto una escena así en su vida. La vista era tan impactante que ni siquiera tuvo la mente para prestar atención al olor que revolvía el estómago.

En ese momento, el mundo pareció ralentizarse hasta arrastrarse. Las pupilas de Leonel parpadearon continuamente, su mente ejecutando varios cálculos a la vez.

Un instante después, se dejó caer en una sentadilla baja, saltando casi cinco metros en el aire.

Si alguien estuviera observando esta escena, pensaría que había perdido la cabeza. Tal altura de salto era, de hecho, impresionante en comparación con un humano normal. Más que impresionante, de hecho. Era simplemente inhumano.

Sin embargo, no le servía absolutamente de nada. ¿Qué eran cinco metros para un monstruo tan grande? Sin mencionar el hecho… ¡Leonel estaba saltando directamente hacia él!