Simplemente Dilo

Un hombre normal nunca tendría el derecho de entrar al castillo de un Rey en toda su vida. Pero, siempre existían casos raros en los que uno ganaba tal oportunidad.

Si te pones en los zapatos de una de estas personas, sería posible imaginar las emociones desbordantes. El aire de nobleza que parecía impregnar cada rincón de la atmósfera oprimía el alma como si quisiera suprimir cualquier ego y allanar el camino hacia la reverencia y el respeto.

Leonel nunca había estado en la Ciudad Capital de la Tierra antes. Lo mejor que había visto eran imágenes del Gran Palacio. Recordaba sentir asombro al verlo y, ahora mismo, no se sentía diferente.

Le faltaban este tipo de experiencias en la vida, ¿cómo no podría estar sorprendido e incluso sentirse algo oprimido en tal atmósfera?