Leonel sintió que su visión se nublaba. Cuando se aclaró de nuevo, se sorprendió al descubrir que era un pájaro en el cielo. La repentina transformación lo tomó por sorpresa, haciendo que casi se precipitara desde las nubes completamente. Después de recuperar el sentido de la orientación y entender cómo funcionaban sus alas, Leonel pronto se dio cuenta de que sus ojos parecían capaces de penetrar a través de todo. Ya fuera mirando al suelo como si estuviera justo frente a él o incluso viendo a través de las paredes de edificios altos, podía hacerlo todo. De hecho, se dio cuenta de que si se concentraba, podía incluso filtrar el ruido y enfocarse en conversaciones individuales.
«¿Esta debe ser la cuarta prueba? ¿Pero qué se supone que debo hacer?»