Leonel levantó las cejas, claramente sin haber esperado que Arturo tomara una decisión tan rápido. De hecho, los más sorprendidos fueron aquellos de las familias ocultas. Habían venido aquí con mucha confianza y la única razón por la que no habían interrumpido durante el prolongado silencio fue para darle a Arturo algo de espacio y respeto. Las negociaciones estaban destinadas a ser como un juego de tira y afloja. Una sola ráfaga de argumentos nunca debería haber sido suficiente para cerrar el tema por completo. Esperaban que Arturo tuviera algún intercambio de discursos con Leonel primero antes de regresar a ellos. Luego, podrían intentar rebatir algunas de las opiniones de Leonel.