—Creo que regresaré ahora —dijo Mordred suavemente, señalando hacia Crakos.
Desde el principio hasta el final, el #1 Señor Demonio no había dicho una palabra y simplemente había observado las cosas. Aunque recibió muchas miradas y varias auras estaban constantemente enfocadas en él, el Señor Demonio siempre permaneció tranquilo, conteniendo la suya propia.
Leonel asintió ligeramente. Sabía que Mordred había pasado por mucho hoy. Las heridas que había sufrido en su pasado no podían curarse tan rápidamente, pero Leonel se sentía contento de que estaban yendo en la dirección correcta.
Él y Mordred prácticamente se conocían todo el uno del otro. En muchos sentidos, Leonel sentía que estaba más cerca de ella de lo que jamás había estado de James. Verla volver lentamente a su familia le hacía sentirse feliz.
—¿Qué pasa con esa sonrisa? —bromeó Mordred—. ¿Acaso la hermana mayor es muy hermosa?