Suave

Leonel blandió su lanza, bloqueando el golpe de un devastador ataque de garras. Su cuerpo tembló y se sacudió, sus órganos internos amenazando con desgarrarse bajo la presión. Sin embargo, su mirada permaneció fría e indiferente, como si las energías frías del lobo blanco no pudieran afectarle en lo más mínimo.

Las Runas parpadeantes a lo largo de su cuerpo se solidificaron. En ese momento, cualquier herida interna inquietante que sentía se debilitó considerablemente, su mirada encontrándose con los iris azul blanco del lobo frente a él.

«Pequeño Blackstar».

Leonel apenas terminó su pensamiento antes de que un adorable pequeño visón apareciera a su lado. Después de observar la situación, el pequeño mostró sus colmillos, su pelaje erizándose.

Leonel se retiró mientras Blackstar lanzaba un furioso golpe de garra hacia adelante, haciendo que guadañas de energía oscura rasgaran el aire y obligaran al lobo blanco a retroceder.