Dash estaba acostado en su cama, todavía sonriendo mientras le informaban que la misión había sido un éxito. Habían logrado que Lucifer rompiera una regla sin que él sospechara lo más mínimo.
—Pronto será momento para el golpe final. Y luego todo habrá terminado. Este tipo... va a sufrir. Debería haberse quedado tranquilo y no haber apuntado a las estrellas. No puede culparme —dijo Dash, hablando consigo mismo mientras empezaba a planear la siguiente parte del plan.
—Aún esperaré unos días, ya que ahora estará más cuidadoso.
Ya tenía algunas ideas de cómo hacerlo, sin saber las consecuencias de sus acciones.
...
Al día siguiente, Lucifer se despertó y se vistió antes de ir de nuevo a la clase.
Los otros estudiantes ya estaban en la clase a esas alturas, y todos notaron la segunda luz en el brazalete de Lucifer.
—Ja, Alex. ¿Rompiste otra regla? Debo decir que ahora te respeto un poco. No temes al sistema. Bastante valiente, debo decir —dijo Dash a Lucifer riendo.