—Hah… Mmm... ehe… heh —murmuró Wendy en sueños mientras intentaba alcanzar inconscientemente algo.
William, quien estaba sentado junto a la cama, cogió su mano y la sostuvo con fuerza. Quizás sintiendo el tacto familiar, una sonrisa apareció en el rostro de Wendy mientras ella seguía durmiendo.
—Eres todo un reto —dijo William suavemente mientras apartaba los mechones de pelo que bloqueaban el rostro de la chica dormida.
—Entendido —suspiró William mientras la lucha interna en él continuaba. Después de ponerle un rastreador a Charlotte, el Sistema había estado monitoreando cada uno de sus movimientos. Sin embargo, ella aún no había conocido a nadie que el sistema considerara sospechoso.
Por esto, William todavía no podía hacer nada aparte de asegurarse de que la chica que sostenía su mano no sufriera ningún daño.
Ya se había preparado para este escenario, pero cuando realmente ocurrió, aún sentía amargura en su corazón.
Pasaron los minutos...
Pasaron las horas...