Por el bien de mi linda hermanita

—¡Will! —Wendy corrió hacia William y lo abrazó—. ¿También pasaste la prueba?

—Lo hice —respondió William y devolvió el abrazo a Wendy—. Se sorprendió de que después de conocer a Belle, sus sentimientos por Wendy no hubieran cambiado. Significaba que la chica franca había logrado meterse en el corazón de William y este también la había reconocido como su candidata a amante.

«Belle dijo que puedo tener hasta nueve esposas o concubinas», pensó William. «Supongo que cruzaré ese puente cuando llegue».

Luego su mirada se posó en Ian y recordó la advertencia de Belle sobre él.

—¿Qué estás mirando? —preguntó Ian—. Pareces espeluznante.

—Sí. Es imposible que este muchacho llorón sea una chica —murmuró William mientras desviaba la mirada—. «La intuición de Belle estaba equivocada».