William miró desafiante al enorme Gusano frente a él. Actualmente se encontraba en un estado debilitado y no podía usar todo su poder, pero aun así la batalla entre los dos continuó hasta que el propio mundo comenzó a distorsionarse.
—¡Solo ríndete, Medio Elfo! —dijo el Gusano a través de telepatía—. ¡Tu resistencia es inútil! ¡No puedes luchar contra lo inevitable!
William sostuvo firmemente a Clamatormentas en sus manos mientras rayos chisporroteaban de la hoja de su lanza.
—Lo único inevitable es tu muerte, Gusano —respondió William con odio—. ¡No te perdonaré por lo que has hecho!
Con un grito, William se lanzó hacia adelante como un rayo, mientras su oponente se convertía en un rayo de luz oscura. Los dos chocaron repetidamente, causando grietas en el mundo, pero a William no le importaba.
Mataría al bastardo frente a él, incluso si moría en el proceso.
-----