—Señor Est, es un placer estar a su servicio —Brendan presionó su puño cerrado sobre su pecho mientras hacía una reverencia respetuosa—. Lord William ya me había contado los detalles. Haré todo lo posible por servirle fielmente en ausencia de la Familia Real.
—T-Gracias —Est tartamudeó al mirar al hijo del Primer Ministro.
Él y William habían hablado sobre esta misma persona hace apenas unas horas, y ahora, Brendan estaba frente a él actuando de manera servil.
—¿Puedo hacerle una pregunta? —preguntó Est. Su curiosidad había vencido mientras miraba al hombre de aspecto promedio con cabello rubio corto y ojos azules.
—Por supuesto —respondió Brendan.
—¿Cómo William lo convenció de trabajar para mí?
—Me presentó a alguien.
Est inclinó la cabeza confundido. —¿Presentado a alguien?