Lidiando con las consecuencias

Elandorr golpeó la mesa dentro de su oficina personal después de escuchar el informe de sus subordinados que estaban estacionados en las Regiones del Norte.

—¡Asquerosos humanos! —rugió Elandorr con ira.

El mensajero que había entregado la carta temblaba de miedo porque era la primera vez que veía a su comandante actuar de esta manera.

Por supuesto, el mensajero entendía que la reacción de Elandorr era bastante normal porque su puerta de teletransporte había sido destruida y la caverna se había derrumbado completamente. Pensó que su comandante solo estaba actuando así porque lamentaba la pérdida de su archimago y miles de jóvenes élites elfos.

Lo que el mensajero no sabía era que Elandorr todavía estaba hirviendo de su vergonzosa derrota en las Regiones del Sur y que actualmente estaba desahogando su frustración e irritación. Aún así, como el comandante de los Elfos, Elandorr dominó sus emociones mientras respiraba profundamente para calmarse.