Rastros de lágrimas ya se podían ver en su rostro.
El último cuerpo resultó ser el primero que Gustav vio.
—Anu —Gustav y el Jefe Danzo dijeron al mismo tiempo mientras miraban al hombre de piel oscura cuyos ojos estaban cerrados en ese momento.
La Oficial Betty y los demás lo escucharon y de inmediato supieron que este debía ser el responsable de ese equipo en particular que explotó.
—Supongo que esto confirma que no fue un sabotaje —dijo la Oficial Betty.
Gustav no podía discutir eso. En este momento, era obvio que esto se debió a un error de principiante.
Aun así, Gustav no podía deshacerse de la sensación de que esto fue planeado de alguna manera. Cómo el mineral terminó en sus suministros aún no se había explicado, pero en este momento Gustav estaba seguro de que su credibilidad sería insuficiente, así que no intentó mencionarlo.