No era realmente posible no tocarla cuando estaba tan cerca, así que tomó su pequeña mano en la suya. —Espera a que las cosas sucedan, ¿de acuerdo? —él besó su mano. No quería que ella pensara más en eso, así que dijo —¿Qué es lo que quieres?
Amanecer retiró su mano de él con mucha dificultad emocional. La forma en que se conectaba con él era más extraña que la ficción. —Necesito protección para mí y mi hermano.
No le gustaba que ella soltara su mano. Tenía que actuar rápido y terminar su compromiso con Maya. —¿Tienes un hermano? —sonrió entendiendo la voz masculina afuera cuando ella había entrado al piso de la oficina.
—Hmm, Cole. Solo tiene quince. Si puedes ayudarme unos días, entonces desharé lo que hice. —Bajó la cabeza. —Solo será por unos días.