El portal detrás de ellos se cerró y los restos de polvo se asentaron a su alrededor. Daryn se bajó de su caballo y corrió hasta donde estaba Quetz. Había visto cómo éste salió tambaleándose del portal, avanzando sobre la hierba espesa bajo ellos y luego se detuvo. Los ojos de Quetz estaban caídos y sobre él, yaciendo inconsciente, estaba Amanecer. Sus manos se agitaban a los lados, mientras yacía inconsciente sobre su dragón.
Quetz caminaba con cuidado y muy despacio. Parecía más lento de lo habitual. Tan pronto como Daryn se acercó a él, se agachó tanto como fue posible para que pudiera levantar a Amanecer de su lomo.