La madre de Daryn, Luna del Clan Plateado, Sedora parecía la criatura más peligrosa.
Había un murmullo entre la multitud mientras los invitados se alineaban a su alrededor. La pareja se colocó frente a su familia. La expresión de Sedora permanecía estoica.
—Buenas tardes, Madre —dijo Daryn en un tono formal—. Conozca a mi esposa, Dawn Wyatt.
Dawn inclinó ligeramente la cabeza y dijo, —Buenas tardes. Es un placer conocerla.
Sedora miró a Daryn y luego su mirada se dirigió a Dawn. Con sarcasmo y desdén teñida en su voz, dijo —Bienvenida a la Mansión Plateada. Espero que encuentres tu lugar entre las sangres puras. Daryn ha sacrificado muchas alianzas solo para casarse contigo.
La respiración de Dawn se aceleró. Retiró su mano que estaba enrollada alrededor del brazo de Daryn y se puso de pie recta. Elevando su barbilla con confianza, miró a Sedora. Pía contuvo el aliento ante su descarada muestra de valentía.
Gayle ya lo amaba. Había una mirada de satisfacción en su rostro.