Alex pensó detenidamente y preguntó seriamente:
—¿Si Logan hubiera estado en una silla de ruedas después de que ustedes dos se juntaran, lo habrías amado de la misma manera o considerado casarte con él?
Él tenía una razón especial para hacer la pregunta, esperando la honestidad de Joanna.
Ella frunció el ceño, preguntándose sobre la razón de tal pregunta, pero tenía una respuesta lista, por lo que no tenía sentido pensar demasiado en ello.
—Sí, lo amé por quién era. Ni siquiera sabía que era tu hermano, y no me habría importado si tenía alguna discapacidad.
La bondad que Logan le mostró al principio dejó una impresión duradera, llevándola a amarlo incondicionalmente, independientemente de cualquier desafío que pudiera enfrentar.
¿Pero él sabía que era solo un imbécil, dos caras, y que faltaba al respeto a las mujeres?
Algo brilló en los ojos de Alex, pero Joanna no pudo captarlo antes de que desapareciera cuando él respondió:
—Entiendo.