Catherine reflexionó por un momento, mordiéndose el dedo, considerando cómo disuadir a su amiga —Puede que ya se hayan ido. Reorganicemos para otra ocasión.
—Por favor, Cat, si el padre de mi hijo por nacer es un imbécil, puedo manejarlo —suplicó Monica, y Catherine cedió—. Está bien, nos encontramos mañana.
Al día siguiente, Catherine llevó a Monica al restaurante favorito de Cole, donde lo encontraron una vez más con Rene.
—¿Cole? —el tono de Monica estaba lleno de amargura al verlos juntos, pero Rene intentó evitar el contacto visual, temiendo la reacción de Monica.
—Monica, ¿qué quieres? Se acabó entre nosotros —gritó Cole, sin mostrar empatía hacia ella, pero la atención de Monica seguía en Rene.
—Rene. ¿Tú? —Monica dirigió su pregunta a Rene.
Cole se posicionó protectoramente frente a Rene, como si ella fuera su amuleto de la suerte —No le hables a ella, Monica. No estás a su nivel. Sus padres son ricos y ella puede apoyarme mejor.