Capítulo 138 – Sálvate del Tortura

—No sé, señor... —balbuceó la criada, sintiéndose como si hubiera hecho algo mal.

—Está bien. Simplemente vete —intervino Alex. La criada se apresuró, sintiéndose aliviada, ya que no tenía idea para qué se usarían esos objetos. La curiosidad de Joanna se avivó y le preguntó a Alex:

—¿Hay algo que no me estás diciendo?

—¿Por qué eres tan ingenua? —preguntó Alex, negando con la cabeza, sorprendido de que Joanna no supiera algo tan básico. —Pan, salsa picante y agua pueden ayudar a calmar su histeria —explicó.

—Oh —murmuró Joanna, completamente ajena a tal información, ya que nunca había estado bajo tal influencia, y siguió a Alex escaleras abajo.

Al ver a una de las criadas que tanto le gustaba con las manos y las piernas atadas a una silla, se sintió miserable.