—Puede que tenga que recurrir a extremos para conseguir lo que quiero de él —dijo Violet mientras sorbía el café negro que Joanna le había puesto delante.
Normalmente le gustaba con azúcar, pero esta vez, la amargura era una réplica exacta de por lo que estaba pasando.
—¿A qué te refieres con medios extremos? —preguntó Joanna con curiosidad. No era tan fuerte como Violet, pero estaba dispuesta a apoyar de cualquier manera.
—Aunque lo odio, podría tener que acostarme con él para conseguir que me firme todo. Se lo prometí esta noche.
El corazón de Joanna se hundió, y entendió por qué Violet estaba sufriendo tanto. A la chica le encantaban las aventuras de una noche donde no se volverían a ver, pero de alguna manera, volvió a encontrarse con Aiden, y él se convirtió en el epítome de sus problemas.
Para superarlo, utilizó a Bennet como escudo antes de darse cuenta de que lentamente se estaba enamorando de él.