—Una vez que nuestros labios se tocaron de nuevo, nada más importó —sus labios me dijeron que me deseaba; no solo mi cuerpo, sino mi corazón y mi alma.
—Yo quería lo mismo. Amar y ser amada por él. Nada más.
—Sam trazó cuidadosamente mi cintura hasta mi cadera, apretando mi muslo una vez que alcanzó el final de mi camisón —jadeé ante su ligero agarre, separándome de sus labios.
—Él no se detuvo, dejando un rastro de besos en mi mandíbula, bajando hacia el lado de mi cuello —él saboreaba cada parte de mí, ahogándome con afecto.
—No me resistí, ofreciéndome voluntariamente —dedicando mi corazón y alma solamente a él.
—Sentí su mano deslizarse por debajo de mi vestido, haciéndome arquear la espalda —él tomó mi reacción en su ventaja mientras rodeaba su otro brazo alrededor de mi delgada cintura.
—Mis ojos se revolvieron mientras él mordisqueaba mi pecho superior —inconscientemente, pasé mis dedos por su revuelto y suave cabello argénteo.