Esto era incómodo. ¿Por qué acepté su invitación si sabía que esto sucedería? Un suspiro se escapó de mis labios. Debería excusarme ya que él no había dicho una palabra desde el principio.
—Yo
—¿Cómo te va? —preguntó, interrumpiéndome como si supiera lo que iba a decir. Lo miré y mis ojos instintivamente se desviaron en otra dirección cuando lo sorprendí mirándome.
—Bien, Su Majestad. En realidad estaba mejor hasta el momento en que me pidió dar un paseo. Solo he visto a Esteban unas pocas veces en el último mes, y todo eso fue en la reunión a la que Sam me llevaba constantemente.
Al principio, no entendía la razón de Sam de por qué me llevaba a esa reunión de las personas más importantes de este reino. Pero supuse que era porque él no quería explicarlo él mismo, o era demasiado complicado si se explicaba con palabras. La política era demasiado compleja y todos tendrían una opinión diferente.
—¿No vas a preguntarme a cambio? —preguntó con un tono ligero.