Lexx

—Solo tenía que cerrar este pequeño espacio, cariño, y todo se habrá acabado. —Contuve la respiración mientras lo veía acercarse poco a poco. Mi corazón latía tan fuerte que era doloroso. ¿Por qué, Esteban? ¿Por qué me mirarías con tanta desesperación en tus ojos? Cuando me llegó el aliento, recuperé el sentido y giré la cabeza hacia un lado.

—¿Qué demonios estaba pensando en ese momento? Estaba demasiado cerca y podríamos haber... —jadeé por aire incrédula de mí misma.

—Se alejó. —Conversemos otra vez en otro momento. Gracias por compartir tu tiempo conmigo. —Di un salto cuando de repente puso sus manos en mi hombro, haciéndome enfrentarlo.

—Te pido disculpas por asustarte —dijo, sonriendo débilmente—. Perdí el sentido en un breve segundo de falacia. No volverá a suceder, lo prometo. —Sus ojos se encontraron con los míos, cerrados de labios.