Mientras tanto, Heliot galopaba a través del camino rocoso en un pueblo de Whistlebird. La brisa nocturna se volvió más fuerte mientras sus ojos brillaban intensamente. Mientras miraba hacia adelante, su mente volvía al primer momento en que tuvo una conversación con Lilou. En esa ocasión había visitado Grimsbanne por primera vez antes de dejar la Capital después de la celebración de la fundación.
—Príncipe Heliot, creo que tienes un motivo al pedirme que lidere esta negociación —dijo tan pronto como se sentó frente a él. Él la miró, estudiando su expresión que lo desconcertaba un poco.
—¿Planeas simplemente mirarme? —preguntó ella, sin recibir respuesta de él—. Esta negociación no avanzará si te mantienes en silencio.
Heliot pestañeó lánguidamente. —¿Cuál es tu motivo al acercarte a mí? —su pregunta no la tomó por sorpresa, sino que la hizo sonreír.
—Depende de tu respuesta.
—Eso no tiene sentido.