Destinado a Proteger

El sello en la mano de Fleur había tomado los colores de un árbol. Había un total de treinta hojas que adornaban el árbol. La hoja resplandeciente en su mano estaba cerca del medio del árbol. Siempre que brillaba, esa parte de su mano latía.

Howard y Fleur dejaron el palacio y regresaron a casa.

Isidorus le había pedido que llevara algunas fuerzas con ella para proteger a Adriana. Sin embargo, ella no conocía a nadie. Pensó que pediría ayuda a sus amigos, pero Howard dijo —Fleur, el ejército ya está listo. Están esperando que te vayas. Isidorus siempre ha reservado ese ejército para este día. El hecho de que te llevara allí para conocer a Isidorus era para indicarle a Isidorus que la reina ha sido encontrada.

—Padre, ¿quieres decir que siempre supiste que sería elegida para proteger a la reina? —preguntó ella, divertida por el giro de los acontecimientos.

—Sí, estás destinada a protegerla con tu vida —dijo Howard.