Dmitri levantó la vista hacia los presentes en la habitación. Su mirada se posó en Keisha, que lucía pálida. Dejó a Adriana y dijo —Keisha, saldrás del palacio. No te daré otra oportunidad para intimidar a Adriana con tus palabras. Si esto sucede otra vez, personalmente te mataré si le haces daño aunque sea a un solo cabello de ella.
Keisha estaba atónita —Dmitri, por favor... no puedes hacer eso... ¿A dónde iré?
—Lamento Keisha, pero ya lo he decidido —dijo Dmitri mientras empezaba a salir.
Todos los demás en el salón comenzaron a salir uno por uno ya que la situación se había vuelto extremadamente incómoda. Nadie quería verse involucrado en una controversia en la que Keisha era parte. Tan pronto como se reveló la verdad de Keisha, se había establecido que sería mejor mantenerse alejado de ella.