Punto de Vista de Sibila
—Oh, quiero agradecer a Manolo. Si no fuera por ti, no habría encontrado al unicornio.
—¡Tú! —Manolo frunció el ceño a la Reina.
Nunca había visto a Manolo tan enfadado.
Los invitados murmuraban, sin saber quién era Manolo.
La Reina dio un golpecito en su copa con una cucharilla de plata. —Mis queridos invitados, permítanme explicarles. Él es Manolo, la única sirena en el continente.
—Las sirenas no están extintas —Todos hablan de ello.
—¡Silencio! —Continuó la reina—. Manolo solía vivir en la biblioteca del palacio. Me da pena la sirena, así que siempre lo he tratado bien. Es un hombre bondadoso que siempre ha servido a nuestra familia real. La semana pasada, el Príncipe Doyle cayó enfermo y casi muere, y él usó su sangre para revivirlo. Le doy las gracias en nombre de la familia real.
Aunque la Reina dijo las palabras de agradecimiento, todos escuchamos su sarcasmo.
Se está vengando de Manolo por salvar a mi hermano.