21 Una Pesadilla

Durante los siguientes días, Lidia se trasladó al salón para dormir por la noche porque estaba preocupada por las heridas en el cuerpo de Vince, pero cada mañana se encontraba despertando en los brazos de Vince. Aparentemente, Vince llevaba a la dormida Lidia a su cama cada noche, como un niño obsesionado con algún tipo de juego. Lidia intentaba protestar, pero Vince siempre decía en un tono suplicante y triste:

—Solo quiero abrazarte para dormir, o perderé el sueño en el hospital. No haré nada más, solo te abrazaré, ¿vale?