Gwen había visto a muchos hombres en negocios. Profundos, astutos, furiosos, autoritarios y amables, pero nunca había visto a un hombre como Ulric.
En este momento, Ulric está enojado. Su enojo no es del tipo de rabia, sino una especie de aura de su cuerpo que hace que la gente no se atreva a desobedecerle.
En el coche, Ulric está sosteniendo a Perla. Su rostro es serio y todavía está enfadado con Gwen, pero mira a Perla con ternura, mostrando el amor de un padre.
Gwen se sentó junto a él, sin atreverse a moverse. Intentó estar tranquila, pero su cuerpo temblaba ligeramente.
No solo había tomado la primera noche de Ulric, sino que también había usado su esperma para tener un hijo. Ni ella ni su empresa podrían sobrevivir en Los Ángeles si Ulric intentaba vengarse de ella. Y Perla, si él no le gustaba Perla...
Gwen miró discretamente a Ulric, quien estaba sosteniendo a su hija.