—Brandon Stone no había esperado que Zoe Bell lo superara. La persona ante él era tanto familiar como desconocida; la chica en su memoria era gentil y de voz suave, siempre vista en un vestido blanco con su largo cabello fluyendo suavemente. Nunca había sido como hoy...
—...¡todo aristas afiladas! Aún así, más impresionantemente hermosa que nunca. Como si de repente, hubiera experimentado una transformación completa.
—Srta. Bell, usted no puede bromear acerca de estas cosas —El abogado de la familia Stone estaba al borde de un colapso, mirando a Brandon a su lado, casi desmayándose de frustración.
—¡No podía creer que Brandon estuviera embelesado con ella en un momento como este!
—No estoy bromeando —Si Zoe no hubiera estado preparada, ¿por qué habría accedido a hablar sola con él? Era una trampa.
Pero Brandon la había subestimado y bajado la guardia por completo.