Durante varios días, Brandon Stone había estado buscándola, apenas comiendo o durmiendo, con los ojos inyectados de sangre. Pensando en cómo ella había estado coqueteando con ese hombre, se llenaba de un celo que quemaba toda su racionalidad.
—Mi negocio no tiene nada que ver contigo —dijo Zoe Bell con los dientes apretados.
—No estoy de acuerdo en cancelar el compromiso, ¡todavía eres mi prometida, y eso lo hace asunto mío!
Ella luchó ferozmente, de repente haciendo fuerza para liberarse de su agarre.
—¡Brandon Stone, esta es la estación de policía!
Las palabras "estación de policía" lo hicieron volver un poco en sí.
Calmó su respiración, —Zoe, lo siento, simplemente me puse demasiado emocional al verte con otro hombre.
—No te enojes, realmente te amo.
—Siempre que estés dispuesta a volver, no te guardaré rencor.
Zoe respiró hondo y lo miró, —¿Realmente te duele la cabeza?
Brandon Stone se quedó atónito por un momento, —¿Te preocupas por mí?