[EVE]
La fiesta continuaba, brillante con risas y conversaciones, pero para mí, había perdido todo su brillo.
Me hundí en una silla junto al anciano Sinclair, mi cuerpo dolía tanto del dolor físico como de la tensión emocional que aún flotaba en el aire.
Después de tomar mi medicamento para el dolor, me sentí mucho mejor. Ahora podía disfrutar de ese Château Pétrus que había estado observando antes.
Víctor, por otro lado, estaba en su elemento. Lo observé mientras se movía entre la multitud, mezclándose sin problemas con la alta sociedad.
Estrechó manos, intercambió cortesías y encantó a posibles inversores con facilidad. Era evidente que esta no era su primera vez. Hacía que el arte de los negocios pareciera fácil, navegando entre las élites como si hubiera nacido para ello.
Y en muchos sentidos, lo había hecho.