Una vez creí que era la heroína de un cuento de hadas moderno, bendecida con belleza, riqueza, inteligencia y un poderoso legado. Los hombres me adoraban, las mujeres me envidiaban, y estaba comprometida con el hombre más deseable, Cole Fay. Mi vida parecía perfecta, un sueño donde yo tenía el papel protagónico.
Pero en mi decimoctavo cumpleaños, esa ilusión se desmoronó. La verdad me golpeó fuerte: no era la protagonista, ni siquiera la villana o un personaje secundario. Solo era carne de cañón, una parte desechable de la historia de otra persona.
Pero cuando el destino reconoció la cruel broma de mi vida, se me concedió una segunda oportunidad. Esta vez, escribiré mi propia historia, viviendo para mí misma.
Y esta vez . . .
Nunca volveré a amarte.