[DANIEL]
La campana había sonado hace momentos, señalando el fin de las actividades después de clases, y Daniel ajustó la correa de su mochila mientras entraba al pasillo casi vacío.
La luz del sol que se desvanecía a través de las ventanas pintaba rayas doradas en los pisos pulidos, pero hacía poco para aliviar la tensión que había comenzado a enroscarse en su pecho.
A mitad del corredor, un grupo de chicos apareció, sus figuras proyectando largas sombras en su camino. No eran parte de ningún club—Daniel sabía eso. Estos eran el tipo de estudiantes que se quedaban después de horas por problemas, no por actividades extracurriculares.
—Hey, mira quién es —dijo el más alto con una sonrisa burlona, avanzando con una sonrisa. Su voz resonaba en el pasillo silencioso—. El estudiante de honor.
Daniel intentó esquivarlos, pero el grupo se extendió, bloqueando completamente su camino.