La Carta Ámbar

Sophie apenas podía contenerse. Ya se imaginaba a Cole notándola y tomándole la mano mientras compartían un momento privado. Todo estaba finalmente en su lugar.

Pero justo cuando el éxtasis alcanzaba su punto máximo, el mayordomo regresó—esta vez más vacilante, su rostro pálido.

—¿Qué ahora? —Sullivan chasqueó, irritado por la interrupción.

El mayordomo extendió otro sobre, su llamativa caligrafía ámbar destacando en contraste con el sello dorado del último. —Esto… también fue entregado, señor. Lleva el sello de Blackthorn & Kingsley Internacional.

Toda la sala se congeló.

El ceño de Sophia se frunció. —Blackthorn & Kingsley? ¿No son ellos

—El bufete de abogados más prestigioso del mundo, —Sullivan terminó con voz tensa, su rostro de repente pálido. Sus manos temblaron ligeramente al tomar el sobre, rasgándolo con torpeza atípica.