La Heredera y el Hijo de la Amante

—Lina Fay.

—El nombre por sí solo llevaba una importancia que era imposible ignorar.

—Ella era la heredera Fay—intocable, inalcanzable y envuelta en un aura de riqueza y poder que la hacían la clase de persona que podía atraer la atención del mundo con un simple susurro. Ignorar una invitación de ella, sabía Daniel, no era solo imprudente sino impensable.

—Especialmente desde que ella era una nueva inversora en el negocio de su madre, Daniel sentía la responsabilidad presionando en sus hombros. Por mucho que detestara la idea de citas a ciegas y todo lo que representaban, esta vez no tenía opción. Rechazar no era una posibilidad.

—Lo que verdaderamente le desconcertaba, sin embargo, era la inesperada aceptación de Lina Fay a esta reunión. No tenía sentido. Ella tenía reputación de rechazar las invitaciones a citas a ciegas de plano, sin importar el estatus o riqueza de sus posibles pretendientes. Sin embargo, por alguna razón inexplicable, no había rechazado esta.