Una píldora para la seguridad, una revista para el caos

[EVE]

La sonrisa de Miguel me decía que le importaba un bledo todas mis excusas.

—Espera —comencé, pero él ya estaba hurgando en un cajón. Sacó una pequeña y elegante caja negra y la colocó frente a mí.

—¿Qué es esto? —pregunté con recelo.

—Tu regalo de cumpleaños —dijo él con indiferencia, poniéndose la bata de laboratorio—. He estado demasiado ocupado y tú has estado demasiado ocupada evitando tus responsabilidades aquí como para dártelo antes.

Fruncí el ceño, pero la curiosidad fue más fuerte que yo. Al abrir la caja, encontré una sola pastilla brillante en su interior. Mis cejas se juntaron. —¿Qué se supone que es esto?

—Un dispositivo de rastreo nanotecnológico —respondió Miguel como si fuera lo más obvio del mundo—. Podría inyectártelo, pero tragarlo es mucho menos doloroso.

Parpadeé. —¿Quieres que me trague esto? ¿Es siquiera seguro?