—Pareces más a tu padre cada día. ¿Cómo está? Aún no he tenido el placer de hablar con él.
—Cole la miró de reojo, sus ojos inescrutables—. Madre y Padre están haciendo sus rondas, ya sabes cómo es.
—Por supuesto —asintió Sofía, acercándose un poco más—. Es una noche grandiosa, ¿verdad? Los Rosette se han esforzado mucho para que sea perfecta para todos.
—La expresión de Cole permaneció estoica, pero asintió cortésmente—. Es ciertamente... grandiosa.
—La sonrisa de Sofía se ensanchó. Este era su momento. Había pasado meses orquestando cuidadosamente cada aspecto de la introducción de Sophie a la sociedad, y esta noche era la culminación de esos esfuerzos.
—Pero la pieza más crítica de este rompecabezas estaba justo a su lado—Cole Fay. Si podía asegurar su mano en matrimonio para Sophie, el futuro de la familia Rosette sería imparable.