Un cambio en el centro de atención

Las cuidadosamente tejidas mentiras de Sophie se sentían como si estuvieran deshaciéndose hilo a hilo.

¿Cuánto tiempo más podía mantener esta farsa? El peso la aplastaba, pero retroceder ahora no era una opción. No podía permitirse mostrar las grietas. Todavía no.

—Eh, le preguntaré a Cole —dijo Sophie con vacilación, sus labios esbozando una débil sonrisa—. Pero no te hagas ilusiones, ¿vale? Sus padres son los que están manejando las invitaciones, particularmente su madre. Ya sabes cómo es. Todavía prefiere a Eve antes que a mí, así que... no tengo realmente mucha influencia allí.

Las palabras sabían amargas en su lengua, pero le compraron un breve respiro. El grupo intercambió miradas, su emoción se atenuó pero no se extinguió.

El corazón de Sophie latía fuerte mientras se forzaba una sonrisa, preguntándose cuánto tiempo más podría caminar por esta cuerda floja sin caer.

Lily y las demás fueron rápidas en consolar a Sophie, con voces suaves y tranquilizadoras.