Sophie se sonrojó por el pánico, su voz temblaba al hablar. —Q-Quiero decir, es la parte más importante del evento. ¡No puedes simplemente cancelarlo! Lady Sophia nunca lo permitiría.
Su desesperación era palpable. No se trataba de tradición o etiqueta; se trataba de sus propios sueños.
Sophie había estado esperando este momento, anticipando la oportunidad de estar en el centro de atención con Cole Fay, el soltero más guapo y codiciado de todo el mundo.
Ella quería este baile, este cuento de hadas perfecto, más que cualquier otra cosa.
¿Pero yo? Ya no me importaba más ese sueño.
Esa vida—esa persona—ya no existía.
—Rriinnggg!
¡Por fin!
Le había enviado un mensaje a Michael Blair antes, pidiéndole que me llamara, diciendo que era un asunto urgente, y ahora, mientras mi teléfono vibraba en mi mano, no podía sentirme más aliviada.
Era la excusa perfecta.
Me levanté de un salto, fingiendo estar sobresaltada. —¿Qué? ¿Ahora? Iré enseguida.