Dividiendo Pociones

Después de que Abel calmó a sus monturas, se volvió hacia Bartoli y dijo —Ahora estableceré el Círculo de Protección del Valle Oscuro. Puedes observar y aprender desde un costado. ¡Cuando me vaya en el futuro, te dejaré la tarjeta de control del círculo mágico!

—Sí, maestro, ¡lo aprenderé! —Bartoli asintió rápidamente. Sabía que esta era la primera vez que entraría en contacto con un círculo mágico del Continente Santo, y su dueño se lo estaría enseñando personalmente.

Abel entonces sacó las 36 cartas mágicas y comenzó a explicar las leyes y fórmulas para establecer un círculo mágico del Continente Santo. Por sí mismo, a Abel solo le tomaba unos minutos instalarlo, pero ya que estaba enseñando a Bertoli, les había llevado una hora entera.

Finalmente Abel compartió con Bartoli el derecho a controlar el Círculo de Protección del Valle Oscuro, para que ella pudiera abrirlo y cerrarlo.