Después de que Rose Taylor terminó de hablar, el silencioso jardinero de la familia Green balanceó la barra de hierro hacia las piernas de Abigail Green.
¡Crack!
—Aaaaah…
Los dolorosos gritos de la mujer resonaron por toda la villa, haciendo temblar los tímpanos de todos.
Rose Taylor yacía acurrucada en el suelo, su rostro bien cuidado retorcido de dolor al color del morado. Los ojos de Ruby Green se abrieron de par en par, sorprendidos, el cambio sucedió tan rápido que ni siquiera tuvo un momento para reaccionar a lo que estaba sucediendo.
¿Por qué Johnson golpeó a esa gorda perra de Abigail Green, pero en cambio golpeó a su madre?
Johnson mismo quedó petrificado en su sitio, el hombre delgado y de piel morena que sostenía la barra de hierro miró a la caída Rose Taylor, luego a Abigail Green de pie cerca. Arrojó la barra confundido —Se…ñora…
En su pánico, parecía genuinamente confundido.