Capítulo 31: El Pequeño Gordito tiene Razón

Después de darse cuenta de lo que había pasado, los ojos de Ruby Green se abrieron de par en par en incredulidad.

—¿Cómo podía el segundo joven maestro defender a Abigail Green, esta gorda puta? ¿Por qué? —Además, ella ya se había disculpado. ¿Cómo podría ser más sincera?

La mirada de Abigail cayó sobre Brandon Piers. —¿Qué pretendía este hombre, intentando provocar odio hacia ella? ¿Había olvidado acerca de su prometida?

—Oficiales, ¿cómo se maneja según la ley la difamación intencional y el daño a otros? —Al ver que nadie reaccionaba en la escena, la mirada de Brandon Piers cayó despreocupadamente sobre Ben y Mark.

Ben y Mark tragaron nerviosos y respondieron al unísono:

—Aquellos condenados por este delito pueden ser sentenciados a no más de tres años de prisión, detención, control, o privación de derechos políticos.