Mansión de los Piers.
Brandon Piers estaba sentado en su escritorio cuando sonó el teléfono. Le echó un vistazo y contestó.
—Segundo Joven Maestro, la segunda rama ha hecho un movimiento —informó Kelvin Max por teléfono.
Brandon Piers alzó una ceja. —Vigila a Adán Piers por el Tío. No dejes que cometa un error y corte la línea del tío.
—Sí —respondió Kelvin Max con prontitud y se apresuró a llevar a cabo la tarea.
Pullan, de pie a su lado, levantó la vista. ¿Segundo Joven Maestro quería decir qué? ¿Insinuando que Adán Piers debería volverse infértil como él, tan despiadado? ¿O acaso el Segundo Joven Maestro mismo era incapaz y quería que los demás también sufrieran?
Tan pronto como este pensamiento surgió, Pullan sintió escalofríos por todo el cuerpo y no pudo evitar mirar a Brandon Piers, tratando de discernir los verdaderos pensamientos del Segundo Joven Maestro.